La expresión del Ancestro Tiburón cambió. Detrás de esa expresión pacífica suya estaba oculto un corazón enfurecido. No había esperado que, como una raza del Top 10 de Bestias Ancestrales Antiguas, alguien las forzara hasta ese extremo algún día.
Independientemente, ¡él era un poderoso ser Celestial Divino Nivel Diez, Dios Eterno! No obstante, sabía que ese Gran Emperador de la Raza Humana ante él no era alguien con quien pudiera tratar.
Si bien el poderoso nombre del Gran emperador de la Raza Humana aún no se había propagado por todo el Mundo Santo Ancestral, el Ancestro Tiburón sabía que el Gran Emperador de la Raza Humana fue quien había matado a los Seres Supremos de la Raza Ancestral.