Lin Fan se percató de repente de que había hecho algo escandaloso.
No obstante, al contemplar la situación en ese momento, parecía un poco como si fuera demasiado tarde para la salvación. Al final, solo suspiró impotente y dejó que las cosas se mantuvieran.
Pero cuando Lin Fan pensó en ello un poco más, sintió que ese sentimiento tampoco era malo.
Después de que la comida acabara...
El Reverendo Shakya siempre estaba muy atento a Lin Fan. Estaba así de cerca de llevar a cuestas a Lin Fan de hecho.
Por la noche…
—Monje calvo, te entregaré esto ahora, ¿eh? Mira lo amable que soy contigo —Lin Fan le entregó la [Luz Purificadora del Gran Buda] al Reverendo Shakya.
—¡Genial! ¡Eres el más amable de todos! ¡Este pobre monje está tan conmovido que estoy a punto de llorar!