Y en ese momento, Lin Fan tenía todas las cartas que necesitaba para enfrentarse a la Raza Ancestral.
En el pasado, siempre y cuando los Seres Supremos no aparecieran, Lin Fan podía joder a cualquier Raza Ancestral como le diera la gana. No obstante, en el momento en el que apareciera un Ser Supremo, estaría tan jodido que tendría que esquivarlo y esconderse. Incluso podría morir debido a un momento de descuido.
Pero justo en ese momento, tanto Cruel como el Ser Ancestral estaban bajo el mando de Lin Fan. Eran indudablemente su brazo izquierdo y su derecho a esas alturas. Aunque tuviera que enfrentarse cara a cara con la Raza Ancestral, Lin Fan podría tener por fin un apoyo de confianza para jugar.
—A partir de este día, ¡un humilde servidor ya no tendrá que temer a los Seres Supremos!