De repente, la escena en ese momento era sumamente grandiosa. En opinión de todos los presentes, al Ejército Revolucionario se lo iban a cargar sin ninguna posibilidad de regresar.
Nie Kuanglong rugió. Aunque tuviera prohibido usar sus poderes, aún era incomparablemente poderoso. Cuando dio un puñetazo, hubo un sonido explosivo acompañándolo. Si una persona normal tuviera que padecer ese puñetazo, definitivamente vomitaría al menos tres litros de sangre.
Y, el objetivo de Nie Kuanglong en ese momento era Lin Fan. Quería pisotear a ese tipo bajo sus pies con crueldad y que supiera las consecuencias de meterse con alguien como él.
Para Nie Kuanglong, cualquier otra persona del Ejército Revolucionario no sería capaz de soportar ni un solo golpe. A lo sumo, tres respiraciones eran todo lo que se necesitaría para desmenuzar a todo ese grupo.