—¡Maldito! —Cruel estaba ardiendo de ira en su corazón mientras miraba a Lin Fan desaparecer—. ¡Te vas a arrepentir de esto, Feng Qingzi!
Con respecto a Feng Qingzi, Cruel también tenía sus propias reservas. Al mismo tiempo, Feng Qingzi tenía un acuerdo con la Raza Ancestral, por el cual ninguna de las partes interferiría con la otra. No obstante, ambas partes sabían que aquello era solo una táctica temporal para retrasar el tiempo.
—¡Sénior, eres muy poderoso en verdad! ¡Y pensar que incluso el Ser Supremo de la Raza Ancestral te temería! —El Reverendo Shakya comentó con asombro.
Aún no había visto un ser vivo que pudiera actuar de una forma tan imponente ante un Ser Supremo de la Raza Ancestral.
—Eso está claro. Muchacho, ¿sientes que has ganado un poco de respeto al aceptarme como tu maestro? —Feng Qingzi miró al abatido Lin Fan y se echó a reír.