—Los tres Reyes Soberanos lideran un ejército de diez millones de tropas de la Raza Ancestral para cercar y atacar a la Secta Emperador de Batalla. ¿Deberíamos acercarnos y ayudar? —En una secta, un Anciano imploraba a su Gran Maestro.
—Anciano Lie Yang. Sé que tienes bunas relaciones con uno de los ancianos de la Secta Emperador de Batalla. No obstante, debes entender que esta no es una situación eventual en este momento. Tres Reyes Soberanos. Aunque enviáramos a toda nuestra secta, solo habría un único resultado para nosotros.
En el momento en el que el Anciano Lie Yang escuchó aquellas palabras, estaba lleno de dolor en su corazón. No obstante, no deseaba dejar que el problema continuara así como así.
—Gran Maestro, ¿cabe la posibilidad de que haya otras sectas que también están prestando ayuda?
—Dejemos pasar este problema. Por favor vuelve —el Gran Maestro no quiso decir nada más mientras agitaba las manos y hacía volver al anciano.
