—¿Que tratas de hacer? —Al ver cómo ese tipo se estaba enfrentando a ellos, el Demonio Arcoíris Escarlata empezó a sentir miedo en su corazón.
—Amiguito, ¿qué tratas de hacer? ¿Podemos hablar de esto con educación?
—¡Tengo una habilidad especial que no he sacado antes! ¡Estoy dispuesto a entregártela ahora!
…
En ese momento, esos viejos carcamales empezaron a sentir terror uno tras otro. ¡De repente, se percataron de que ese ser humano era un psicópata, una bestia!
—Sí, tú, viejo carcamal. ¿Estabas escondiendo algo antes? —La expresión de Lin Fan era de seriedad mientras preguntaba con firmeza.
—¡N-no! ¡No, no lo hice!
—¡Hmph! No trates de zafarte de esto. ¡Entonces, serás el primero! ¿Cómo has podido no ser sincero con alguien tan justo y virtuoso como yo? ¡Esto es algo que los Cielos no tolerarán! ¡A picarte entonces! ¡Te haré picadillo entonces!— Lin Fan retiró su túnica, sin querer decir nada más.