Al seguir los delgados hilos de los poderes de Lin Fan, los poderosos Espíritus de Libro saltaron. Corriendo desde todas las direcciones, sus formidables auras inundaron el Paraíso de Lin Fan.
—¡Ser vivo, sirve bajo mi tutela y te garantizaré una vida de invencibilidad!
—¡Entrega tu cuerpo a mi cuidado!
—¡Qué cuerpo tan duro tienes! ¡Si tan solo pudiera devorar este cuerpo tuyo, podría liberarme definitivamente de mi libro y crear un cuerpo por mi cuenta!
Para todos esos Espíritus de Libro, el cuerpo de Lin Fan era solo un delicioso trozo de carne humeante. Todos querían un trozo. No obstante, en ese momento, un rayo de luz negro atravesó el cielo. Al agitar su mano, un anciano envuelto en túnicas negras con un aura fantasmal destruyó incontables Espíritus de Libro.
—Este ser vivo pertenece a este viejo. Ninguno de vosotros me lo arrebatará.
Al ver a ese anciano vestido de negro, los rostros de los Espíritus de Libro palidecieron.