No obstante, Lin Fan descubrió con desilusión que no todos los libros eran como las Escrituras del Buda Demonio y contenían la sabiduría de los Cielos y la Tierra.
Al parecer, esas Escrituras del Buda Demonio debían haber sido escritas por un poderoso ser Celestial Divino Nivel Seis, Gran Ley. Eso se debía a que solo un poderoso ser en ese estado podía infundir su comprensión de las leyes de los órdenes naturales en el interior y engendrar seres vivos.
Por ejemplo, si Lin Fan escribiera un libro en ese momento, sí, tendría algún tipo de voluntad propia. No obstante, definitivamente no podría engendrar un ser vivo.
Eso se debía a que su poder y niveles de comprensión aún no estaban en ese estado.
Lin Fan sintió el aura emitida por cada libro con meticulosidad. Cuanto más fuerte era el aura del libro, más fuerte debía haber sido el poder de la persona que escribió el libro.