«¡Y pensar que el Erudito Ladrón de Vida sería sometido así como así!» Yun He estaba sorprendido en ese momento. A pesar de que el Erudito Ladrón de Vida solo estaba en el Celestial Divino Nivel Tres, Paraíso, el Paraíso de ese hombre fue cultivado a un estado de cohesión con sí mismo.
Su talento era extremadamente excepcional. Con los miles de Dioses Confucianos infundidos en su interior, podría hablar con facilidad de la lógica de los Cielos y la Tierra.
Para la mayoría de las personas, si se descuidaran en lo más mínimo después de entrar en su Paraíso, serían embrujados sin duda por esos Dioses Confucianos suyos.
No obstante, aquel no era el aspecto que tenía incrédulo por completo a Yun He. ¡Fue el hecho de que el Erudito Ladrón de Vida fuera derrotado por ese hombre de la Raza Humana en un ámbito en la que era particularmente hábil! Si uno no fuera testigo de aquello por sí mismo, ¡no se lo creería con seguridad!