En realidad, Lin Fan era un joven que se contentaba con facilidad. No necesitaba que el Marqués de la Desesperación fuera desmesuradamente rico, pero debería tener un monto respetable al menos, ¿no?
¡No mucho, en realidad! ¿Quizás cerca de una cifra aproximada de unas pocas decenas de millones de Píldoras Shengyang? ¿Ciento ochenta armas Dao más o menos? Eso servirá de mucho.
"Creak"
Cuando la puerta se abrió, una deslumbrante luz de color arcoíris brilló.
—¡Vaya! ¡Es tan deslumbrante! —Lin Fan se cubrió los ojos mientras su cuerpo temblaba de emoción—. ¡Demasiado deslumbrante! ¡No puedo soportarlo más! ¡No puedo más!
Era vergonzoso, pero Lin Fan estaba empalmado en ese momento, como si acabara de presenciar a la súcubo del siglo. Su saliva estaba goteando de su boca abierta.
¡Rico! ¡Había encontrado oro esa vez!
Al contemplar todo lo que tenía delante, Lin Fan no pudo evitar saltar de alegría.