—¡Insolente! ¡Tan condenadamente insolente! ¡Cualquiera que se atreva a hablar conmigo de tal forma será devorado por mí! ¿Pensar que incluso un enclenque ser de la Raza de la Espada como tú iba a atreverse a hacer lo mismo ante mí? ¡Debes estar muy cansado de vivir! —La cara del Quiliarca de la Raza Ancestral era de malevolencia en ese momento. Esa expresión furiosa suya era como si estuviera empeñado en devorar a Lin Fan.
—¡Un humilde servidor no pertenece a la Raza de la Espada! ¡Un humilde servidor es un humano! ¡No pienses que cualquiera que juegue con espadas es de la Raza de la Espada, idiota! —Lin Fan miró al Quiliarca de la Raza Ancestral en el cielo con calma y sin una pizca de miedo.
Celestial Tian Medio.
A pesar de que no podía negar que aquel era un estado de cultivo bastante fuerte, no era suficiente para derrotar a Lin Fan de todas formas. Las cosas PODRÍAN complicarse un poco más adelante, pero aquello también dependería de la situación.