—Hermano sénior Ni, Hermano sénior Yin, tallaré lápidas para ambos. Esperad y contemplad el espectáculo de después. Vuestro hermano junior va a darle a esos una buena paliza. En cuanto a los otros hermanos sénior, no me molestaré en crear lápidas para ellos. Después de todo, los tres tuvimos la relación más próxima en ese momento. No os emocionéis tanto que os pongáis a llorar en el inframundo —Lin Fan cogió dos piezas de preciosos Cristales Celestiales. Usando su dedo como una daga, talló y grabó sus nombres en la lápida. Luego colocó estas lápidas a un lado.
Al mirar las lápidas, Lin Fan no pudo evitar dar un largo suspiro. Y pensar que tenían sus esperanzas y sueños de volverse fuertes juntos en ese entonces, pero en ese momento, cuando su hermano junior se había vuelto tan fuerte, ya no tenían la oportunidad de verlo.
