—Gracias, hermano sénior. ¡Gracias! ¡Hermano sénior! —Feng Xiaoling respondió con gratitud. Estaba empapado de felicidad en ese momento por la oportunidad que le estaba dando el hermano sénior Lin.
—Te lo he dicho. No me llames hermano sénior —Lin Fan lo fulminó con la mirada.
—Cierto, cierto... —Feng Xiaoling asintió obedientemente.