En ese momento, el Cielo y la Tierra quedaron en silencio.
En ese momento, la Secta Santa estaba aturdida.
En ese momento, la Secta Fengtian estaba estupefacta.
Todos contemplaron la situación con la boca abierta. Todo parecía tan irreal, tan imposible.
¿La batalla… ya había terminado?
¿Qué sucedió con la supuesta feroz batalla entre estos gigantes? ¡Cómo pudo haber terminado todo en una fracción de segundo! ¡Esto… esto!
Con las manos detrás de la espalda, Lin Fan miró directamente a la Secta Fengtian. No se movió ni dijo nada.
Un aura silenciosa llenó todo el entorno, un aura tan represiva que los discípulos de la Secta de Fengtian apenas podían respirar.
—Este joven ha sido castigado por su desafío hacia un humilde servidor. Si vuelve a suceder, la muerte no se puede descartar—dijo Lin Fan con calma.