En se momento, Lin Fan se puso de pie como si estuviera estupendamente, alisando sus ropas.
—¡Viejo Maestro Dragón del Agua, esa patada tuya fue excelente! No obstante, no dolió en absoluto —Lin Fan eliminó la marca de su ropa y se echó a reír.
—¡Tú…! —La cara del Viejo Maestro Dragón del Agua estaba petrificada ya que no podía atreverse a creer todo lo que tenía delante. ¿Qué demonios estaba pasando en ese momento? ¿Por qué parecía como si a ese humano no le sucediera nada malo? ¿Podría haber habido alguna situación ocurriendo?
—Viejo Maestro Devorador de los Cielos, lo que dijiste antes era absolutamente cierto. Si el Viejo Maestro del Trueno se autodestruyera, todos vosotros definitivamente estaríais involucrados con ello —Lin Fan recogió su túnica y colocó sus manos detrás de su espalda mientras hablaba con una expresión tranquila.
—De acuerdo, permitidme intentar explicaros cómo va a presentarse la autodestrucción.