En ese momento, Lin Fan invocó el [Horno del Cielo y la Tierra].
Ese [Horno del Cielo y la Tierra] fue algo que apareció junto con el Sistema. ¡Demonios si pudiera ser considerado como un tesoro! En un principio, solo se usaba para forjar armas. No obstante, como era resistente y firme, Lin Fan decidía esconderse dentro cada vez que se topaba con un ataque enemigo del que no pudiera encargarse.
En el momento en el que apareció el [Horno del Cielo y la Tierra], Lin Fan descubrió que los ojos del Dios Demoníaco de la Muerte se habían abierto de par en par.
En ese momento, el rostro del Dios Demoníaco de la Muerte estaba naturalmente oculto bajo esa túnica negra, y era imposible que pudiera distinguir sus ojos. No obstante, Lin Fan supuso que ese tipo definitivamente debía haber abierto los ojos de par en par.
—Ahora, Dios Demoníaco de la Muerte, ¿qué opinas de este tesoro? —Preguntó Lin Fan.