Lin Fan dio un paso adelante y empujó a Ling Wuwei a un lado. No era necesario crear tanto alboroto para esas hormigas que él podía aplastar con solo un golpecito de palma.
No obstante, hubo algo que sorprendió a Lin Fan. ¡Y pensar que la Raza Espiritual tendría tantos seres poderosos entre ellos!
Pero pensándolo mejor, ese debería ser el caso. Algunos de esos seres de la Raza Espiritual habían ascendido de sus Mundos Inferiores y fueron rescatados por las diferentes sectas. Fue solo más tarde cuando descubrieron que tenían compañeros de la raza cautivos y siendo criados por la Raza del Tiburón Colosal. Naturalmente, era imposible que pudieran soportar algo semejante.