Una hermosa figura solitaria estaba de pie en una refrescante parcela de hierba cerca de la orilla del río.
Las palabras de Lin Fan tuvieron un gran impacto en ella. ¡Y pensar que diría que ella no era tan joven, y que eso era lo máximo a lo que llegaría! Aquello era algo que a la Emperatriz le fue difícil aceptar.
"Cof, cof".
Lin Fan tosió suavemente mientras caminaba desde la distancia.
—Ah, Emperatriz, lo de antes fue solo un malentendido en realidad. Por cierto...
—Emperador Lin, no tienes que decir nada. Lo entiendo yo misma. Si eso es todo, me gustaría tener un momento de silencio a solas —la Emperatriz respondió con frialdad. No obstante, había toques sutiles traídos por su tono que uno podría distinguir siempre y cuando no fuera retrasado. En ese momento, la Emperatriz estaba enfadada y triste.