En el momento en el que Lin Fan se marchó del hogar del viejo, hizo un recuento rápido de sus Píldoras Shengyang.
En se momento, los ahorros de toda su vida ascendía a un billón y medio de Píldoras Shengyang.
Si bien aquello puede parecer un montón a primera vista, ¡Cien Años en Un Único Pensamiento requería diez billones de Píldoras Shengyang! Para Lin Fan, ¡eso fue una cantidad suficiente para llenar todo un océano!
—Benefactor…
En el momento en el que Lin Fan apareció, el Reverendo Shakya se acercó corriendo. Su expresión era de extrema docilidad, como si se hubiera vuelto bien educado y sumiso de súbito.
—¡Ains! ¡He pecado! Y pensar que incluso un gran monje de la Raza de Buda renunciaría a su identidad en vista de una habilidad —Lin Fan se lamentó.
—¡Oh amable benefactor, por favor ten piedad de mí!