Lin Fan observó el inmenso terreno del Mundo Santo Ancestral y sintió un inagotable propósito de batalla aumentando en su corazón. Su fuerza personal había mejorado enormemente.
Ahora que su estado del cuerpo físico se encontraba en el estado de cultivo Celestial Divino Nivel Diez, podría estar perfectamente en el pináculo de sus límites. No obstante, el camino de la mejora era uno que jamás llegaba a su fin. Dado que el sistema no emitía ninguna notificación, existía una elevada posibilidad de que pudieran llevase a cabo nuevas mejoras.
En ese momento, Lin Fan se sentía un poco arrogante. Con una mano en su cintura y otra apuntando al cielo, gritó.
—Voluntad del Cielo, pequeño imbécil... En esta ocasión, un humilde servidor ha traído un montón de ayudantes consigo. ¡Veré cómo deseas oponerte aun humilde servidor ahora!