Yao Wuxie tenía el sueño de salvar al mundo entero. Por lo tanto, sin pensarlo dos veces, se relacionó con Lin Fan.
Para simplificarlo en palabras de Yao Wuxie: "los plebeyos viven ahora en profundas aguas traicioneras. ¿Cómo puedo salir yo mismo de sus asuntos? ¡Tengo que usar mis dos manos para llevarlos a la salvación!"
Lin Fan estaba conmovido por las palabras de Yao Wuxie. ¡Ese era el auténtico símbolo de un humano con ambiciones!
...
Unos pocos días después, la muchedumbre se reunió en la Secta Santa.
—Esta vez, la Secta Santa ha tomado la iniciativa para invitar a todos los Grandes Maestros de las sectas mayoritarias. Les hemos hablado un poco al respecto. No obstante, no sabemos qué harán con ello —puesto que Yan Hongyu había venido en persona, era natural que nadie lo rechazara. No obstante, la forma en la que esas personas de las otras sectas principales pensaban sobre ello era otro problema completamente diferente.