—Cruel, muy bien. ¡Sigue así! Una vez que hayamos acabad con todo esto, el Maestro te invitará a una buena comida —la mayor parte del cuerpo de Lin Fan estaba oculto dentro del [Horno del Cielo y la Tierra]. Lo único a la vista en ese momento era su cabeza.
—Sí, Maestro —Cruel respondió con calma sin siquiera una pizca de emoción en su rostro.
Ese martillo acababa de causar que el pecho de Santo se hundiera por completo. No obstante, se curó en un abrir y cerrar de ojos. Si no fuera por la ayuda de Lin Fan, ¡Cruel podría no ser rival para ese tipo!
"¡Shing!"
De repente, el vacío tembló a la par que una corriente de luz salió de la nuca de Lin Fan de forma casi indetectable.
"¡Clang!"