Al ver a ese monje calvo, Lin Fan ya estaba completamente estupefacto. ¡Qué honorable monje y qué sé yo qué más! ¡No era más que un sucio canalla!
De hecho, Lin Fan tenía hasta la necesidad de matarlo en ese momento.
Pero al pensarlo mejor, decidió desechar ese pensamiento. Después de todo, no era una ninguna clase de demonio asesino en masa.
—¡Benefactor, hermano mayor, emperador! ¡Lo que usted desee! ¡Por favor, haga algún bien y devuélveme a mi estado original! —El Reverendo Shakya estaba llorando de verdad en ese momento. Teniendo en cuenta su condición actual, ¿cómo podría enfrentarse al mundo exterior?
Si se tratara de una hinchazón normal, que así fuera. No obstante, el quid de la cuestión era que eso era tremendamente exagerado. ¡Siempre y cuando la gente no estuviera ciega, definitivamente serían capaces de verlo!