"¡BOOM!"
Diez Espíritus del Trueno se irguieron en el Paraíso. Despreciando al mundo entero con una mirada fría e inmisericorde, la cual estaba fija en Lin Fan.
—¿Qué estáis mirando? ¡Si no estáis satisfechos, venid a joderme! ¿Qué? ¿Acaso voy a tener miedo de vosotros ahora? —Lin Fan gritó de rabia mientras el aura de todo su cuerpo había alcanzado su cenit en ese momento.
El Trueno de la Calamidad del Paraíso estaba profundamente vinculado a la Voluntad del Cielo del Mundo Santo Ancestral. Era imposible que dejaran que Lin Fan saliera del apuro tan fácilmente.
Aquellos diez últimos Espíritus del Trueno estaban empeñados en destruirlo.
El Entrenador Rey del Trueno estaba envuelto en un aura de su naturaleza búdica, con una expresión benevolente en su rostro. No obstante, su mirada era extremadamente feroz. Sus dos brazos estaban enroscados con truenos mientras seguía muy de cerca a Lin Fan.