—¡El cuerpo de este muchacho es bastante duro! ¡Y pensar que todavía no está muerto después de soportar tantos de nuestros golpes! ¡Debe estar usando una habilidad de grado Tian! —Los discípulos de la Secta Hunyuan rebosaban codicia en ese momento. Querían forzar el modo de cultivar esa habilidad a través de aquella persona.
El cuerpo del joven estaba ensangrentado. La mano que empuñaba la espada larga empezaba a temblar de nuevo. La sangre empezó a deslizarse lentamente desde la empuñadura de la espada hasta el suelo.
—¡Muchacho, entrega la habilidad que has aprendido y te concederemos una muerte rápida! —Uno de los discípulos de la Secta Hunyuan miró al joven con frialdad.
—¡Hmph, sigue soñando! —El joven resopló con frialdad. Aquella habilidad le fue transmitida personalmente por su maestro. ¿Cómo podría transmitirla a alguien más?
En los últimos dos años, esa habilidad le había salvado la vida incontables veces.
—¡Hermano sénior...!