En el interior del vacío, el cielo retumbó con furia. Esos ojos que lo abarcaban todo y con autoridad miraba a la muchedumbre con desdén. Era especialmente aterrador contemplar esas pupilas de color arcoíris, las cuales estaban llenas de escenas de muerte, vida nueva, destrucción, creación, etc.
Los miembros de la Tribu de Manhuang se postraron en el suelo, temblando con gran miedo. Aquello era similar al día del juicio final en sus corazones. Ni siquiera tenían la voluntad de resistir aquella inmensa aura.
La cara de Huang Linger estaba muy pálida en ese momento. Contra aquella aura incuestionable, cada esperanza que tenía para el futuro se había extinguido por completo.
—Humano estúpido, deberás pagar el precio por tus acciones —la voz del cielo retumbó en todo el cielo. Una fuerza tremenda atacó frontalmente, como si estuviera empeñada en aplastar a la muchedumbre.