—Humano, ¿cómo te atreves a corromper al Ser Ancestral? ¡Te arrepentirás de tus acciones algún día! —La voz retumbó una vez más. Sonaba especialmente enfadado el "corromper al Ser Ancestral".
De hecho, la voz tenía un matiz de advertencia.
—¡Arrepentirme los cojones! ¡Te quedarás aquí con un humilde servidor! —Con su rugido, el poder de los penes en miniatura aumentó. Al mismo tiempo, un rayo de arcoíris surgió desde el Hacha Eterna de Lin Fan.
Aquellas dos fuerzas devastadoras se combinaron y fusionaron entre sí.
—¡DESTRUYE!
"¡BOOOOOOOOOOOOOM!"
El rayo combinado de esas dos poderosas fuerzas pareció abrirse camino en la cuenca del espacio y el tiempo, atravesando el vacío hacia el misterioso brazo.
—¡Hmph, un humano insignificante se atreve a enfrentarse a los Cielos! —La voz respondió con rabia. El brazo brillaba más que nunca, como si los Cielos lo dotaran de fuerza, listo para defenderse de cualquier cosa en aquel mundo.