Ese rayo de luz se disipó poco a poco. Pero el aura fue suficiente para que todos, desde la Secta Xuanjian, se sorprendieran más allá de las palabras.
—¿Eh?
Un grito de sorpresa salió de la boca de Lin Fan. ¡Y pensar que el hombre de Metal había escapado del alcance de su palma! Eso fue extraño.
—Este arte secreto suyo de cinco personas es bastante interesante. Y pensar que también pueden manipular su posición —Lin Fan se rio entre dientes mientras levantaba la cabeza hacia el cielo, mostrando un ligero interés por su fascinante habilidad.
En cuanto al hombre de Metal, su brazo derecho había desaparecido por completo. En su lugar había un revoltijo de sangre y carne, mientras que una gran cantidad de sangre brotaba de él, lloviendo también en el suelo.
La Gran Maestra Xuan y las otras Ancianas Sénior estaban horrorizadas por la escena en los cielos. Después volvieron la cabeza hacia ese hombre sereno, quien estaba tranquilo e incrédulo.
