«Ding… Felicidades por matar a un Celestial Superior Pináculo.»
«Ding… +mil quinientos millones de puntos de experiencia.»
«Ding… Felicidades por forjar dieciséis cadenas de línea de red de energía.»
Lin Fan no esperaba que las cadenas de líneas de la red de energía de Han Yongyi hubieran alcanzado el sorprendente número de dieciséis. No fue de extrañar que la Secta Santa estuviera a punto de caer en manos de aquel hombre. Con su ataque a hurtadillas al Gran Maestro Yan, retuvo por sí solo a toda la Secta Santa acto seguido.
Lin Fan miró a los compañeros discípulos. Algunos de ellos estaban inquietos mientras que otros estaban tristes. Lin Fan también dejó escapar un suspiro. A pesar de que había llegado a tiempo, aun así hubo víctimas de la guerra que no pudieron salvarse.
—¡Gran Maestro…! —Mirando a Lin Fan, Zhang Ergou lloró emocionado.
Lin Fan asintió con la cabeza antes de agacharse para acariciar también la cabecita de Cai Zhiqiao.