Justo como el nombre indicaba, la Secta Palacio de la Luna estaba ubicada en un lugar similar a la misma luna.
Una gigantesca roca en forma de luna creciente flotaba en los cielos. La roca tenía decenas de miles de pies de ancho, y sobre ella, la secta se erigía como un palacio celestial en la luna.
El palacio se alzaba en mitad de cuatro grandes cascadas. Plagada de torrentes, era ruidoso y majestuoso a la vista. En la base de las cascadas, la niebla inundaba el área con gotas de agua rociándose por todas partes.
Con la Secta Palacio de la Luna justo en mitad de todo eso, era como ver un Cielo en la tierra, pintoresco y hermoso.
En ese momento, no obstante, las cuatro cascadas emitieron un brillo suave a medida que fluían y formaron una burbuja protectora sobre la Secta Palacio de la Luna, protegiéndola en el interior.
Un grupo de personas se reunió donde fue establecida esa barrera protectora brillante.