En mitad de un bosque denso existía un estanque transparente que emitía suavemente una niebla blanca de él. Ese era un estanque creado de forma natural, y una escena bastante impresionante para la vista.
Un grupo de siluetas descendía de los cielos, todas ellas mujeres.
No obstante, sus cuerpos estaban llenos de manchas de sangre de la cabeza a los pies. Por las miradas en sus caras, parecían tener prisa.
—Hermana sénior, ¿qué debemos hacer ahora? —Preguntó una niña remilgada mientras comprobaba el entorno con cautela.
—Hay un pozo de agua natural aquí. Todas vosotras, id a lavar las manchas de sangre primero. Hay algo malo en polvo que nos arrojaron esos tipos de la Secta Jiuxiao —la hermana sénior que los dirigía parecía extraordinariamente segura y bellísima.
—Sí…
...
