En una región deshabitada…
Un rayo de arcoíris apareció y aterrizó en el suelo.
—¡Cuckcuckkoo! —Pollito saltó al suelo y abrió sus alas, levantó su orondo vientre y sacó sus garras. Era como si se estuviera estirando después de una comida completa.
Una sonrisa vacilante apareció en la cara de Lin Fan. Estaba muy satisfecho con su actuación en ese momento. Ese estilo cortés suyo ondeando en el viento, el aura dominante que emitía, esa sensación de misterio... Se preguntó a cuántas personas había cautivado en esa ocasión.
¿Derrotar a la estampida de las bestias y salvar a decenas de millones de personas? Esas no eran las situaciones que molestaban a Lin Fan.
Después de todo, ahora que el asunto había terminado, no era necesario que hiciera alarde de su reputación y nombre.
