Reticentes como estaban, el convoy de la familia Gong se desvió. Al menos al hombre misterioso no le importaban las seis bestias que estaban con ellos. De lo contrario, la pérdida sería tremenda para la familia Gong.
Ciertamente, para ellos fue mala suerte tener un encuentro así mientras atravesaban el Desierto de la Muerte. No obstante, dada la fuerza de su oponente, se consideraron afortunados de poder salir con vida, pero no sabían cómo trataría ese hombre con los catorce Bandidos de Arena. Si los matara a todos, eso también sería algo bueno.
Después de todo, sin los catorce, el Desierto de la Muerte sería un lugar mucho más seguro en el futuro.
