¡Fuerza! ¡Esta era la verdadera fuerza de los Dioses Maestros!
Esa cara incomparablemente hermosa del Dios Maestro del Agua brillaba con un resplandor arrogante y sagrado.
Señalando con un solo dedo, gritó: "Ser indígena, ¿ves esto? Este es el poder de un Dios Maestro". El dios del agua miró a Lin Fan con desdén. Ese único punto de su dedo era como una emperatriz que podía determinar la vida y la muerte de todos los seres vivos.
Hua Qingxuan y los demás definitivamente podían sentir la tremenda cantidad de poder que se estaba derramando en este momento. Al instante, sus corazones se estremecieron desde dentro. Este era un poder que nunca antes habían experimentado por sí mismos. O tal vez, sería exacto llamar a esto el poder más fuerte y más horrible del mundo. Incluso su Gran Maestro no poseía una fuerza de este nivel.
