Al principio, el Dios Maestro Radiante no había sentido que hubiera algo inapropiado en esto. Después de todo, agacharse para recoger algo era natural. No debería haber tenido nada de malo.
Pero, de repente, se dio cuenta de que la situación no era la que él había pensado.
¡El corazón del Dios Maestro Radiante sentía como si estuviera siendo arrastrado por algún poder misterioso en este momento, de tal manera que no tenía control sobre él!
A sus ojos, ese jabón en su mano era tan maravilloso en este momento. ¡Era como si se sintiera extremadamente incómodo si no lo levantara!
Y en ese mismo momento cuando se había inclinado para recoger el jabón, pudo sentir un siniestro par de ojos apuntando directamente a sus nalgas. Sin embargo, cuando reaccionó, un par de manos siniestras habían encontrado su lugar en sus nalgas.
'MALDICIÓN…!'