Las comisuras de los labios de Zhao Yaya se curvaron hacia arriba, esos asuntos de entrometido… era algo que definitivamente haría Song Shuhang.
—Bien, parece que estás diciendo la verdad. A pesar de que aún escondes algo de mí, como no eres tú el que quiere preparar algo siguiendo esa receta medicinal, entonces no hay problema —Zhao Yaya cambió la posición de sus delgadas piernas y dijo sin ganas.
—Cómo podría tener algo que esconder de hermana Yaya —Song Shuhang inmediatamente se hizo el tonto.