Ya que Ah Shiliu estaba herida, ella básicamente fue incapaz de perseguir a la distante pelota de humo, al perro y al tío. Ella solo podía apretar la mandíbula y llamar al teléfono de Ah Qi usando el teléfono móvil de Song Shuhang.
«¡Ah Qi, apúrate y contesta!»
En los cielos, el Monarca Demonio Anzhi, quien se había transformado en una pelota de humo, era perseguido de cerca por un pekinés monstruoso; quien sabia de donde venia, pero era bastante fuerte.
Monarca Demonio Anzhi estaba muy deprimido ya que, de repente, ese pekinés monstruo había comenzado a perseguirlo inmediatamente después de revelarse y sin ninguna provocación por su parte. ¡También, ambos estaban empatados uno con el otro cuando él había chocado con él anteriormente!