Los ojos de Xiao Yan se iluminaron debido a la aparición de la llama de la esencia de la Llama de los Tres Mil Ardientes. El anciano Qing Hua, que había estado observando desde una corta distancia, se transformó en una figura borrosa en este momento mientras corría hacia la llama esencial con la velocidad de un rayo.
Xiao Yan frunció ligeramente las cejas cuando vio al viejo demonio Qing Hua reaccionar tan rápido. Sus ojos parpadearon, pero no actuó de inmediato.
Aunque la llama de la esencia había aparecido, todavía había tres Honorables Ancianos del Salón de las Almas que miraban con mala intención. No sería fácil apagar esta llama.
"Chi!"
La velocidad del viejo demonio Qing Hua fue extremadamente rápida. En un instante, apareció frente al dragón de fuego negro oscuro. Una expresión ardiente cruzó por sus ojos. Un vasto y poderoso Dou Qi surgió de sus palmas y agarró al dragón de fuego.
"¡Hmph, estás buscando la muerte!"
