La voz tranquila del joven era como agua corriente mientras cruzaba el gran salón. Esto causó que todos se sorprendieran. Tal tono estaba realmente lleno de extraordinaria arrogancia.
Los ancianos vestidos de negro que se llamaban Zhao Hei y Qin Mo se sorprendieron al escuchar su voz. Sus expresiones inmediatamente se volvieron siniestras. Ambos pares de ojos miraron al joven, que entraba lentamente, como lobos feroces. Un momento después, sonrieron ferozmente, "¡Un simple Dou Zong de dos estrellas se atreve a actuar tan presuntuosamente frente a nosotros dos viejos compañeros!"
"Todavía hay cuarenta segundos". El joven parecía no haber escuchado las feroces risas de los dos. Una voz algo perezosa se emitió de su boca.
"¡Mátalo!"
La expresión de Zhao Hei era oscura y fría mientras lo ordenaba lentamente.