Dos figuras altas estaban en un pequeño patio afuera de la habitación. Una brisa sopló y su largo cabello se meció, un encanto conmovedor en medio de un frío impacto, especialmente ya que los lindos rostros de ambas mujeres eran un tanto similares. Había un estilo único adicional cuando se les miraba.
Han Xue estiró su cintura floja después de estar de pie por un momento y ver que había poca actividad. Sus curvas perfectas parecían extremadamente atractivas bajo su vestido plateado. Después, se sentó en una silla de piedra y colocó sus manos en la mesa de piedra. Ella sujetó sus mejillas, revelando un gran encanto mientras sus ojos deambulaban.
Comparada a la tranquila Han Yue, Han Xue era incapaz de estar sentada. Después de ver que no había ni la más mínima actividad en la habitación a pesar de haber esperado medio día, preguntó involuntariamente.
