La segunda planta de la Casa de las Mil Medicinas no era tan lujosa como Xiao Yan había imaginado. Las decoraciones algo antiguas hacían que poseyera una gran atmósfera que jamás sería anticuada. De eso, se podía ver que el propietario de la Casa de las Mil Medicinas era alguien que tenía cierto gusto.
En ese momento, algunos mostradores de cristal estaban ubicados en el salón del segundo piso. Algunas cajas jade estaban colocadas en esos mostradores de cristal. Un brillo tenue podía verse vagamente de esas cajas jade. A simple vista, uno podía decir que no eran cosas ordinarias.
Había un gran número de figuras humanas esparcidas por todo el enorme salón. Al ver sus atuendos, eran mayormente alquimistas. Parecía que estaban pensando en intercambiar algunos ingredientes medicinales raros en ese segundo piso.