—Xiao Yan, ¿qué intentas hacer?
Los dos Ancianos Mulan no se atrevieron a realizar ningún movimiento inusual.
Miraron la mano garra de Xiao Yan alrededor de la garganta del Anciano cabeza de tigre. En ese momento, el último solo necesitaba usar un poco de fuerza para matar al Anciano en el acto. Solo pudieron gritar severamente por miedo de herir a su compañero.
—Nada, solo me estoy deshaciendo del problema desde su raíz —Xiao Yan sonrió débilmente. Su voz era bastante calmada.
Sin embargo, fue esa calma la que hizo que los corazones de los tres Ancianos Mulan se hundieran. Aunque habían tomado precauciones, ellos no esperaban que Xiao Yan tomase un riesgo tan grande y fuese al terreno de la alianza de los tres ejércitos y lanzarles un ataque furtivo.
