Todos observaron al joven de túnica negra que estaba alzando su mano con gran dificultad. Su rostro estaba cubierto de rastros de sangre mientras él se esforzaba por evitar que sus ojos se cerraran. Todos estaban sin habla. Ese tipo… realmente era un hombre fuerte que no podía ser asesinado a golpes. Él todavía era capaz de mantenerse un poco consciente incluso de pues de recibir una represalia tan aterradora de las Técnicas Dou restantes.
La sorpresa destelló en el rostro de Su Qian. En ese momento, Xiao Yan claramente había llegado a su verdadero límite. Lo que lo apoyaba a mantener sus ojos abiertos quizá era la determinación de tener que entrar en los diez mejores.
Su Qian rio amargamente y sacudió la cabeza. Lo consideró un largo rato antes de hablar lentamente:
—Este combate termina en empate. Es decir, se puede considerar que ambos han entrado a los diez mejores. Por eso, no necesitas preocuparte.