La voz de Hu Gan se disipó lentamente del valle de montaña. Sin embargo, no hubo el más mínimo movimiento de las dos figuras de túnica gris. Era como si no lo hubiesen escuchado.
Aunque él vio que no hubo respuesta a sus palabras, Hu Gan tampoco volvió a hablar. Mantuvo su postura de tener sus manos juntas mientras esperaba en silencio.