Al mirar la llanura infinita hasta donde el ojo pudiese ver, solo había un monótono color negro. Contra el fondo del cielo un tanto oscuro, una atmósfera deprimente que hacía que uno se sintiera nervioso envolvía la llanura. En ese lugar algo extraño, sorprendía poco el por qué nacieron esas reglas caóticas.
Una sombra negra salió disparada de repente desde la distancia de esa llanura tranquila. La velocidad de la sombra negra extremadamente rápida. Mientras destellaba, parecía que se teletransporta. Sin embargo, cada vez que un aterrizaba en el suelo, ocasionaba un estruendo mitigado. El sonido explosivo formaba una onda que se esparcía por la llanura, y se distanciaba gradualmente.
Mientras la figura humana corría a su velocidad máxima, levantó su cabeza ligeramente y reveló un rostro joven delicado y apuesto. Era Xiao Yan quien había viajado miles de kilómetros. El actual él fruncía el ceño mientras veía la vasta llanura. Él murmuró suavemente: