La estruendosa explosión resonó por todo el cielo. En ese momento, la cima de la Montaña de las Nubes Brumosas parecía haberse convertido en un instante en un volcán en erupción. Esa brizna de llama verde y blanca se volvió una onda de fuego y comenzó a expandirse en forma arqueada. En un instante, la Montaña de las Nubes Brumosas comenzó a temblar intensamente. Numerosas grietas se extendieron lentamente por el muro de la montaña, y comenzaron a esparcirse como pólvora. Rocas montañosas rodaron y los árboles fueron incinerados. La escena parecía a la del fin del mundo.
La turbulenta onda llameante formó un enorme loto de fuego en la cima de la Montaña de las Nubes Brumosas. Uno incluso podía verlo en un radio de cincuenta kilómetros desde la montaña.