Mirando fijamente la caja jade blanco frente a él, la emoción surgió en el rostro de Xiao Yan. Su mano temblaba ligeramente mientras la extendía hacia adelante, intentando sostener esa pequeña botella jade en su mano.
Mirando la acción de Xiao Yan, un rastro desdeñoso destelló a través de los oscuros ojos de Gu Te, quien estaba sentado en el lado opuesto a él.
Justo cuando Xiao Yan tocó la pequeña botella jade, su corazón se tensó abruptamente. Él notó que el punto de su mano que entró en contacto con ella sintió un frío que llego a sus huesos. En un abrir y cerrar de ojos, su palma fue cubierta con una fina capa de hielo. Además, el hielo se esparció hacia el brazo de Xiao Yan.