Con sus turbios y viejos ojos que estaban mirando fijamente la pequeña botella jade en la mesa, un poco después, Gu Te se lamió los labios, extendió cuidadosamente su mano y tomó la botella jade. Él la colocó debajo de su nariz y aspiró suavemente el denso vapor púrpura. Instantáneamente, él sintió que el Dou Qi tipo fuego en su cuerpo, el cual estaba circulando originalmente a una velocidad como de tortuga, se volviera mucho más activo.
—Tsk, tsk. Algo excelente —sintiendo el cambio en su cuerpo, una expresión de sorpresa apareció en el viejo rostro de Gu Te. Él suspiró con asombro mientras se relamía los labios. Pensando por un instante, de repente volteó y comenzó a buscar entre el montón de basura a su lado. Finalmente, él sacó un pequeño plato de cristal y una delgada aguja hueca.