Unas pocas bocanadas hicieron que la Esencia Amatista de la mesa de piedra fuera limpiada, Xiao Yan limpió casualmente la mugre del borde de su boca. Girando su espalda, mirando la figura sorprendida de Yao Lao, resopló con desdén.
—¡El desperdicio es muy lamentable!
—En efecto… muy lamentable.
Asintiendo en silencio, Yao Lao sacudió su cabeza estupefactamente e instó.
—¡Retírate rápido! Esa cosa pequeña regresará.
—Mh.
Escuchando el consejo de Yao Lao, Xiao Yan asintió rápidamente, sus ojos miraron otra vez las manchas púrpuras de la mesa de piedra y volteó para correr a la entrada.
El Dou Qi atributo viento que Yun Zhi dejó en su cuerpo fue activado completamente en ese momento. La velocidad de Xiao Yan fue más rápida que antes y, cuando sus piernas se movieron, generaron una sensación borrosa.
Después de que Xiao Yan brincó por el pasaje, corrió hacia la entrada de la cueva sin ninguna duda.
